Industrias La Chiva, Sociedad Anónima

México DF, enero 27 (EL UNIVERSAL).- Participó en el primer “Big Brother”, desde donde logró montar un negocio vendiendo su imagen al mejor postor: mensajes por celular, fotos y videos por Internet y portadas de revistas para hombres .

Su cuerpo ha llegado a millones de personas a través de celulares, tanto en fotos como en videos; su escultural figura también ha sido contemplada en portadas de revistas; por si fuera poco, en internet circulan 560 mil fotografías de ella bajo el nombre de “La Chiva” y otras 11 mil 700 con el de Silvia Irabien. Además, sus videos corriendo desnuda por la casa de Big Brother en 2003 tienen una consulta de 4 millones de curiosos.

Silvia Irabien, La Chiva, pasó de ser una desconocida a sex symbol y estrella de la tv al convertirse en la ganadora de la segunda versión de Big Brother, el 29 de junio de ese año, lo que le valió llevarse a casa 3 millones de pesos en efectivo, libres de impuestos.

Desde entonces, la originaria de Mérida, de 35 años, explota su imagen para mantenerse vigente en los medios de comunicación, y debido a que su fama iba en aumento, fue contratada para conducir el último Big Brother, en 2005 , incluidas sus cuatro versiones VIP. Por cada programa, La Chiva cobraba un sueldo de 7 mil pesos.

En agosto de 2005 Silvia —madre del hijo del presunto agresor del futbolista Salvador Cabañas— anunció la apertura de www.lachiva.net. “Voy a hacer mi calendario... voy a subir mis videos... tips de cocina, van a poder comprar souvenirs, tips para los novios, tips de belleza, para que no te pinten el cuerno”, dijo a la prensa La Chiva, quien antes de estar en Big Brother fue mesera.

La página —que pide 250 pesos para acceder a los contenidos— mantiene su dominio, pero cuando KIOSKO intentó ingresar fue imposible porque la cuenta ya no existe, según el banco HSBC. Además, los tres teléfonos para suscribirse están suspendidos.

En su sitio, La Chiva vendía membresías para ver videos, fotografías, biografía, juegos, diario íntimo, tips sensuales y lo que llama “sus netas”. El costo por estos servicios era de 25.95 dólares para navegar 30 días y de 49.95 por 90. “Esa página está caducada, no sé por qué sigue arriba, lleva tiempo sin funcionar. (Ella) no me ha explicado cómo estuvo la onda”, dice Iraultza Arrece, esposo de Silvia.